Quien te hace humillarte y doblar la rodilla, no te quiere ni te aprecia, quien habla a tus espaldas no es un líder, ni mucho menos una autoridad. Esa es la respetuosa respuesta que le dio un funcionario municipal a uno de estos nuevos alcaldes. Es propicio decir que este funcionario es alumno de una de mis asignaturas, así que ya falta poco para que este humillado estudiante pueda buscar otros nortes, lejos de las políticas espurias que suelen instaurar estos nuevos debutantes. Esto fue en Ñuble y no diré la comuna, porque nadie me ha autorizado a decirlo, pero amigo mío, desde aquí lo aplaudo y busque otro camino en su vida. Su autoridad, vale callampa. Muchos alcaldes novicios hasta la hora están haciendo puras tonteras y eso es una verdad irrefutable. Si me preguntan por qué, puedo contestar sin temor a equivocarme que es por la tremenda ignorancia y la falta de educación. En este panorama, los que rodean a estos novicios alcaldes, son quienes realmente están cortando las tortas y tanto es así que algunas personas han conseguido mi correo personal y me han escrito para que publique estas actuaciones indignas de sus ediles. Esto motivó el contexto de mi columna y creo que aquí lo que más vale es sacar una enseñanza y a eso voy.
Los que hoy ejercen el cargo de alcalde, nos hablan de lo mucho que avanzará la comuna con su extraordinaria y personalísima gestión. Dan ejemplos para probar su afirmación y obviamente esconden lo que no los favorece. En cambio, los de oposición al alcalde en ejercicio, nos ilustran sobre lo que el alcalde no desea mostrar. Las autoridades vigentes nos hablan de lo indispensables que son, y los otros nos advierten de la necesidad urgente de cambiar a esas autoridades, incluso están ya tratando de acusarlos de abandono de deberes y pésima administración para destronarlos antes que termine el año 2013. Aquí aclaro que estoy hablando del sector de Ñuble y sus comunas, siempre de Ñuble.
En este escenario, el votante mira tratando de buscar la verdad y trata de verificar si es necesario o no un cambio. Como muchos ciudadanos no tienen toda la información ni tampoco se dan el tiempo para encontrarla, éstos tienden a confiar en lo que les dicen ciertas personas más informadas y creíbles para ellos. Se dejan llevar por líderes de opinión confiables. En cambio, los más ideologizados y que usualmente votan por partidos, pareciera que les da lo mismo el candidato mientras pertenezca a la tienda de sus amores ya sea de la izquierda, la derecha o de los independientes que al final no son nada.
Pocos dudan que estemos en un tiempo de crisis aguda de representatividad. Sin embargo, poco a poco aumentan los que desean votar. Es que ya entienden que es absurdo marginarse, porque no da lo mismo quienes sean los elegidos. Los electos toman decisiones que afectan a toda la comunidad, a las familias, y ya hemos comprobado a qué niveles de desatino puede llegarse si las autoridades no son las adecuadas o no están preparadas. Y si no han aumentado ostensiblemente los votantes no es tanto por escasez de ganas, sino por la ausencia de candidatos que nos entusiasmen. Muchas veces no votamos porque elegir entre el cáncer y el sida, como anunciaba en sus círculos más cercanos mi amigo Mario Hunkel, un colega que ya fue fichado por Tejemedios como columnista, nos adormece o mata el deseo de ejercer el sufragio.
¡ESTO NECESITA UN ALCALDE DE VERDAD!
a) Criterio de suficiencia profesional. Requiere poseer ciertas capacidades duras y blandas mínimas. Entre las duras: conocer la comuna, saber de cierta reglamentación básica comunal, conocer de gestión, saber hablar y escribir con corrección, etc; entre las blandas: saber escuchar, trabajar en equipo, empatía, algo de creatividad, etc.
b) Criterio de honorabilidad. No tener noticias que haya sido un delincuente o que si bien no ha sido declarado reo, nosotros estimemos que debería estar preso. Que cumpla la palabra empeñada y que sea un hombre o una mujer equilibrada en sus valores y en su personalidad, o sea que no transgreda las leyes estipuladas.
c) Criterio de independencia partidista. No significa que todo miembro de un partido no puede llegar a ser independiente para tomar decisiones públicas. Claro que puede. Lo que es exigible a éste es que jamás sobreponga los intereses de su partido a los de su comuna. Que no use los recursos de su comuna para difundir el ideario de su partido o de su gobierno comunal.
d) Criterio de independencia económica: Debemos desconfiar de los candidatos cuyas campañas son pobres y de los candidatos que no tienen estabilidad económica ni familiar, porque andan a la siga de un sueldo, de nada más.
e) Criterio de renovación de rostros. Tiendo a apoyar la reelección una sola vez. Con más de dos reelecciones inevitablemente sobrevienen las practicas y conductas corruptivas; la ausencia de ideas y proyectos reales para mejorar la comuna; la prepotencia y la soberbia de los reelegidos; la pérdida de equilibrio personal, etc.
AHORA LES DEJO LA HISTORIA DEL CULO POLÍTICO
Un día, el cerebro dijo:
- Por ser yo quien da las ordenes y controla las diferentes partes del cuerpo, exijo que se me llame jefe.
Los pies dijeron entonces:
- Somos nosotros los que soportamos todo su peso y lo trasladamos a todas partes, por lo tanto la jefatura nos corresponde. De la misma forma las distintas partes del cuerpo expresaron su importancia. El corazón, los pulmones, el oído y hasta el mismísimo culo reclamaron su derecho a ser jefe. Todos, al conocer las pretensiones del culo se echaron a reir, ¿cómo se atrevía a peticionar un órgano (si se lo puede llamar órgano) tan desprestigiado e insignificante como ese? A raíz de las burlas y herido en sus más íntimos sentimientos, el culo, como buen culo que era, se enculó y decidió bloquear la salida, en tres palabras: - ¡¡¡No cago mas!!! - dijo.
Al poco tiempo y como consecuencia de esa actitud, el cerebro comenzó con trastornos, había alta fiebre, los ojos se hincharon, los pies se inflamaron y había dolor, ya no podían soportar el peso del cuerpo. El corazón y los pulmones luchaban por sobrevivir, tenían que trabajar a toda máquina para eliminar una parte de las toxinas que los invadían. Todo era un desastre, hasta que todos juntos imploraron para que el culo fuera el jefe.
Enterado de lo resuelto, el culo comenzó a funcionar, cagando a diestra y siniestra, asumiendo su cargo de jefe.
MORALEJA: Para llegar a jefe, o a lo que sea, no es necesario ser un cerebro, ni inteligente, ni ser más o menos imprescindible, solamente hay que tener culo y saber el momento oportuno para cagarse a los demás.
Para Tejemedios
Luis Oviedo Castro
Sociólogo, Licenciado en Ciencias de la Modernización