Los 9 candidatos a la presidencia buscarán
conquistar el sufragio del llamado “electorado independiente”. Es decir, todos
esos votantes que no expresan simpatía o identidad partidista, sino que
simplemente emiten su voto en consonancia con sus necesidades y las propuestas
que emanan de los candidatos.
Hasta el momento, según las encuestas más
importantes del país, Franco Parisi ha dominado el sector de los votantes
independientes. Sin embargo, dentro de este círculo de electores, su ventaja no
es tan amplia como lo es en electorado abierto.
De la misma manera, en las últimas semanas nos
percatamos de un acercamiento gradual de este electorado, a la candidatura
apoyada por la UDI y RN, y esto obedece a una suerte de desmarcación de
votantes que simpatizan con RN, y que estarían entregando su apoyo de manera
silenciosa al candidato independiente Franco Parisi. Esto obedece a una suerte
de disociación entre lo que representa Evelyn Matthei y lo que RN desea representar.
Un adiós al pasado, a los conflictos históricos y también tiene un fuerte olor
a ajuste de cuentas con una UDI, que se fue por dentro sin pedir ni permiso. -Mientras
tanto, y ajena a estas rencillas con una candidata que no prende y que genera
anticuerpos entre la mayoría de los sectores del electorado, la candidata de la
izquierda mantiene su popularidad, y apuesta a ganar en primera vuelta. Esto es
simplemente porque sabe que la segunda vuelta le puede dar sorpresas, debido a
la gran cantidad de electorado independiente, de derecha y de desencantados de
los partidos de siempre, que volcarían su votación hacia Franco Parisi. Así las
cosas, ya es un secreto a voces que el electorado independiente y nuevo, va
sumando votos de manera muda, sin comparsas ni pancartas, los que sin duda están
siendo depositados en la tienda de Franco Parisi.
Analistas y comentaristas políticos han sostenido
que la nueva estrategia casi amorosa y condescendiente de Evelyn Matthei,
precisamente tiene como único objetivo el seducir a estos votantes
independientes. Estos electores razonan su preferencia electoral en referencia
a la dicotomía cambio-continuidad, por lo que son sumamente sensibles a las
propuestas, y su orientación de voto suele ser pragmática e individualista
(¿qué me beneficia a mí y a mi familia?).
Todo indica que los candidatos entienden la
necesidad de caer bien, de entrar en la clase media, de encantar al votante
nuevo, y de penetrar en el segmento que va de los 18 a los 37 años, ya que son
los más difíciles de enganchar, y aún queda el problema mayor, a este segmento
no le entusiasma votar.
Otro ingrediente importante a considerar, es que los
llamados debates no han sido debates, sin embargo es evidente que ha habido
ganadores, y aquí Franco Parisi y Michelle Bachelet han cumplido su rol a
cabalidad. Parisi ha salido a enarbolar su conocimiento acabado del pueblo y
sus clases sociales, de sus necesidades, de la economía del país y de su
empoderación en los temas más relevantes de gobierno, mientras que Bachelet ha
permanecido cauta, comprensiva y con un discurso calmado, unificador, sencillo,
preciso, que no es fácil de permear, aún con los errores que lleva a cuestas
como ex presidenta. Este es un lujo que le permite su primer lugar en las
encuestas, ella sólo cuida la pelota, gana tiempo, no necesita meter el gol,
pues va ganando.
Hoy las campañas presidenciales están girando en
torno al centro ideológico, y no en torno al centro de cada coalición. Incluso
los candidatos que mueven a más militantes se han sumado a la estrategia.
Mientras que Bachelet moderó bastante su posición sobre la asamblea
constituyente, lo que le otorgó otro puñado de votos más, Matthei cometió el
gran y grotesco error de olvidar por completo el concepto de "centro
social". Frase acuñada con inteligencia por Longueira, pero que ya se
desdibujó y hoy no tiene razón de ser.
Bachelet será presidenta al primer intento en la
medida que vote poca gente, (5 a 6 millones) mientras que si el electorado
varía entre los 7 y 8 millones, se abren las puertas para que Parisi gane su
paso a segunda vuelta. Bajo estas dos perspectivas Matthei queda sin opción,
puesto que con pocos votantes Bachelet gana a la primera, y si la gente decide
votar y no quedarse en casa, el voto nuevo, sumado al voto silencioso, más el
voto universitario y el voto de un gran segmento de la derecha e
independientes, dejaría a Matthei como la peor candidata histórica de la
derecha, todo un fiasco para la UDI Popular, y daría paso a que el
independiente Parisi, una a un gran conglomerado “Renovado” para la segunda
vuelta, lo que le pondría las cosas bastante difíciles a la Nueva Mayoría. “Último
gol gana todo”.
PD. Mi candidato es Parisi y espero que Ñuble y el
Bio Bio lo apoyen completamente como lo han hecho hasta ahora. Y para el que
crea que me aprovecho de esta columna para hacer proselitismo, les recomiendo
que lean las del colega Rafael Gumucio, quien escribe todo a favor de Meo,
porque es su tío.
Para Tejemedios escribió:
LUIS OVIEDO CASTRO
SOCIÓLOGO, LICENCIADO EN MODERNIZACIÓN